
Tal parece que la presión por acorralar a Rusia en la guerra con Ucrania pudo sobre Olaf Scholz.
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El jefe del gobierno alemán anunció el pasado miércoles que su país enviará una compañía de tanques Leopard 2A6, una de las versiones más modernas de su tanque pesado, a las tropas ucranianas que luchan en el este contra la ocupación rusa.
Y es que la decisión alemana era esencial para que otros países europeos (Polonia, Finlandia, España, Grecia, República Checa) pudieran dar luz verde para enviar sus tanques Leopard 2 (A4 o A6), pues son de fabricación germana y para la re-exportación necesitaban un permiso de Berlín, siendo este el tanque más común en los arsenales europeos.
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Los Leopard 2 no irán solos. A los ya anunciados Challenger 2 británicos se sumarán, según anunció Washington, unos 30 Abrams estadounidenses, que son equivalentes a los Leopard 2 alemanes.
Si bien el gobierno estadounidense había reiterado en varias ocasiones que no enviaría los Abrams porque son costosos, difíciles de mantener y consumen mucho más carburante que los Leopard 2, los cuales ya se encuentran muy cerca de Ucrania en arsenales de Alemania, Finlandia o Polonia, Washington cedió porque Berlín repitió varias veces en los últimos días que si Estados Unidos no enviaba tanques pesados, Alemania tampoco lo haría.
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La agresión rusa solo puede y debe detenerse con las armas adecuadas
Ahora las miradas recaen en el presidente francés Emmanuel Macron, que por ahora no ha dicho nada de sus Leclerc, equivalentes a los Leopard 2 y los Abrams.
La presión sobre Scholz había llegado desde todos los vértices de la diplomacia europea. El lunes, el canciller europeo, Josep Borrell, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, (que habla en nombre de los 27 gobiernos del bloque) pidieron los tanques.
El martes lo hizo en Berlín, junto al ministro de Defensa recién nombrado, Boris Pistorius, el secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, que recordó que más allá de los tanques, Alemania es de los principales contribuyentes en armas y en ayuda financiera para Ucrania.
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El envío de este tipo de armamento pesado, que Kiev pedía desesperadamente, también se discutió en profundidad el viernes pasado en una cumbre de una cincuentena de países en la base estadounidense de Ramstein, en Alemania.
Allí, el Pentágono reunió a todos los países que de una u otra forma ayudan al gobierno ucraniano. Se esperaba que ya entonces Berlín anunciara el envío de los tanques, pero se hizo esperar casi una semana.

Tanques Leopard 2 que envió Alemania a Ucrania (Foto de archivo).
Cambio de estrategia
Cuando Rusia atacó a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, parecía totalmente inviable que los europeos enviaran armas. Poco después empezaron a enviar armas personales y los primeros lanzacohetes personales capaces de atacar tanques o helicópteros.
Antes del verano (mayo), empezaron a llegar las primeras piezas de artillería, que ya se cuentan por cientos. Y ahora, este nuevo paso parece ser el penúltimo antes de que decidan enviar helicópteros, misiles de largo alcance y aviones de combate.
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Cada misil ruso contra nuestras ciudades, cada dron iraní utilizado por terroristas es un argumento de por qué necesitamos más armas
De lo que no cabe duda es que Ucrania podrá contar dentro de pocas semanas con los primeros envíos porque fuentes diplomáticas aseguran que los entrenamientos de sus tanquistas ya empezaron en Polonia.
Los Challenger, los Abrams y sobre todo los Leopard 2 (hay casi 2.000 en los arsenales europeos) son considerados como “tanques pesados” destinados a batallas de alta intensidad, no para mover tropas.
Son carros que suelen pesar entre 50 y 70 toneladas, que se mueven a entre 60 y 80 kilómetros por hora y cuyos cañones, de entre 105 y 125 milímetros de calibre, tienen alcance de tiro de hasta cinco kilómetros y pueden transportar hasta 50 obuses. También llevan ametralladoras pesadas con munición para miles de disparos.
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Eso sumado a que los Abrams, Leopards 2, Challenger 2 o Leclerc están dotados de cámaras térmicas y de modernos sistemas de guerra electrónica.
En ese sentido, son las armas adecuadas cuando se quiere avanzar en un teatro de operaciones militares donde la fuerza enemiga ya está atrincherada.
Además, de estos tanques británicos, alemanes y estadounidenses, en Europa se espera que también se cedan a Ucrania varias decenas de Leclerc franceses.

EE. UU. dará 31 tanques Abrams a Ucrania.
Otra de las ventajas de este tipo de carros de combate es que son a la vez armas mucho más sofisticadas que los tanques de fabricación soviética. Producidos entre las décadas del 60 y 80, los tanques quedaron en los arsenales de los países de Europa del este convertidos en miembros del Pacto de Varsovia que controlaba Moscú después de la Segunda Guerra Mundial.
El armamento que quedó a manos de la Otán y de la Unión Europea, y que fueron cedidos por países como República Checa o Polonia, han servido para igualar a los rusos, pero son insuficientes para superarlos.
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Sólo las armas neutralizan a los terroristas
Los Leopard 2 y los Abrams son superiores a sus equivalentes rusos, más rápidos y con capacidad de disparar más lejos, en movimiento, incluso de noche, por lo que pueden atacar a los tanques rusos sin exponerse a sus disparos.
De ahí que su labor será la de acabar con los tanques rusos y servir de avanzada para pasar sobre las trincheras rusas porque la guerra se ha convertido en un escenario clásico de fortificaciones y trincheras.
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Los expertos aseguran que estos tanques, desarrollados todavía en plena Guerra Fría, se diseñaron precisamente para el uso que Ucrania les va a dar: batallas contra tanques rusos en las llanuras de Europa, el gran miedo durante décadas de los países de la Otán.
Y es que las tierras del Donbás no serán las primeras en protagonizar un enfrentamiento entre tanques rusos y occidentales.
Ya hubo uno entre tanques Abrams estadounidenses y T-72 rusos cuando en 1990, durante la Primera Guerra del Golfo, los estadounidenses se enfrentaron por primera vez contra los tanques rusos que había comprado el dictador iraquí Sadam Huseín. Entonces, los Abrams fueron superiores.
Otro tipo de blindados
Las potencias occidentales ya están también enviando “blindados ligeros”. Son los Bradley estadounidenses, los Marder alemanes o los AMX-10 RC franceses.
Pesan entre 20 y 30 toneladas y sirven de apoyo a los tanques pesados, por ejemplo cargando soldados o munición para ellos. Se les llama “ligeros” porque llevan un blindaje menos espeso, por lo que son incapaces de resistir los disparos de gran calibre, pero son mucho más móviles.
Estos pueden usarse en grupos o individualmente para transportar tropas en escenarios de batallas o como vehículos de reconocimiento. Pero también funcionan en conjunción con tanques pesados para sustituir a las tripulaciones de estos o para suministrarles munición adicional.
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Estamos ante una escalada de tensiones, incluido por el suministro de tanques y las continuas discusiones sobre el componente aéreo
No se diseñaron para el combate directo contra tanques, pero algunos, como el francés AMX-10 RC, disponen de un cañón de 105 milímetros y de dos ametralladoras de gran calibre, por lo que pueden defenderse en batalla.
Los Marder y Bradleys son aún más ligeros y su labor esencial es la de mover tropas en la batalla y atacar objetivos menores a tanques pesados, como hicieron en Irak o Afganistán.
Los anuncios de los diferentes gobiernos dan a entender que en los próximos meses Ucrania recibirá cerca de un centenar de tanques pesados y decenas de tanques ligeros. Suficientes para que hacia finales de marzo pueda lanzarse sobre las líneas rusas.
Con los tanques pesados irá una larga panoplia de otras armas que son necesarias para que puedan actuar eficazmente en un escenario de batalla. Además de los tanques ligeros, hacen falta vehículos de transporte de carburante o vehículos antiminas autopropulsados y guiados a distancia.
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Rusia ha iniciado su nuieva ofensiva mientras todavía no llegan el armamento pesado de occidente.
Una guerra regular
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que Ucrania suma la ayuda de 12 países aliados en lo que denominó la “coalición de tanques”. Y es que el mandatario se mantiene decidido en combatir a los rusos en el terreno.
Luego del ataque con misiles rusos acaecido el jueves como respuesta a la ayuda occidental y que dejó al menos 11 muertos, Zelenski aseguró que gracias a los sistemas de defensa aérea proporcionados a Ucrania, junto a la profesionalidad de sus combatientes, lograron derribar “la mayoría de los misiles y Shared rusos”.
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“La agresión rusa solo puede y debe detenerse con las armas adecuadas”. “Cada misil ruso contra nuestras ciudades, cada dron iraní utilizado por terroristas es un argumento de por qué necesitamos más armas. Sólo las armas neutralizan a los terroristas”, añadió Zelenski insistiendo que cuanto más pierda Rusia en la batalla por el Donbás, “menor será su potencial general”.
Todo lo contrario a lo que piensa el Kremlin que aseguró el viernes que las discusiones sobre el envío de aviones de combate a Ucrania “aumentan el grado de tensión”.
“Estamos ante una escalada de tensiones, incluido por el suministro de tanques y las continuas discusiones sobre el componente aéreo”, dijo el portavoz ruso, Dmitri Peskov.
Según Moscú, la “llave” del conflicto ucraniano está “en gran medida” en Washington. “Pero vemos que el actual inquilino de la Casa Blanca no quiere usarla y opta por continuar atiborrando de armas a Ucrania”, recalcó Peskov.
IDAFE MARTÍN PÉREZ
Para EL TIEMPO
Bruselas
@IdafeMartin